Hoy continuamos con nuestra nueva serie titulada “¡Dios te ama!“, bajo el tema general de “El Año de la Manifestación Sobrenatural.” Durante varias semanas hemos estado estudiando el amor de Dios en el contexto de esta serie. Yo creo firmemente que el amor de Dios es la CLAVE para abrazar por completo lo mejor que Él tiene para nosotros y poder obrar en lo sobrenatural. Voy a utilizar la porción de las Escrituras que vimos ayer para ilustrar esta idea.
El abuelo Juan dijo: “que aunque nuestro corazón nos condene, Dios es más grande que nuestro corazón y lo sabe todo. Queridos hermanos, si el corazón no nos condena, tenemos confianza delante de Dios.” (1 Jn 3:20,21 NVI). En el mensaje de ayer contrasté la condenación que sentimos cuando no sentimos el amor de Dios, con la confianza cuando sí lo sentimos. Y dado que la fe se basa en la confianza, recibir y mantener el amor de Dios en nuestros corazones es la clave para andar y vivir por fe.
He pasado años enseñando sobre la maravillosa gracia de Dios. La gracia de Dios es inmerecida, inmerecida y sobre todo inmerecida. La gracia es CÓMO Dios nos bendice. Él nos bendice en formas que claramente inmerecidas e inmerecidas. Pero si la gracia es CÓMO, el amor es PORQUÉ! De eso hablaré hoy.
¿Qué significa esto para ti hoy? Aquí tienes algunos puntos:
1. El amor es el “porqué” de Dios.
a) Aunque Dios hace todo lo que hace por ti por Su inmerecida y maravillosa gracia, el amor es Su motivación. ¡La gracia de Dios es su COMO, mientras que el amor es Su PORQUÉ!
b) Dios envió a Su Hijo a morir por ti, simplemente porque Él te ama.
c) Dios envió Su Espíritu para vivir dentro de ti, simplemente porque Él te ama.
d) Dios hizo planes para ti desde antes de que el mundo comenzara, simplemente porque Él te ama.
e) Dios te buscaba incansablemente, incluso cuando no querías tener nada que ver con Él, simplemente porque Él te ama.
f) El amor es la motivación detrás de todo lo que Dios hace por ti. ¡Dios te ama!
2. Tu fe es alimentada por el amor de Dios.
a) Aunque has sido llamado a andar y vivir por fe, la motivación de Dios para bendecirte es Su amor, no tu fe. Sin embargo, tu fe nunca será fuerte hasta que sepas que Dios te ama. ¡Debes estar convencido de que Él quiere bendecirte, simplemente porque Él te ama, para que tu fe sea fuerte!
b) Cuando estás convencido de que Dios te ama, te aprestas para recibir de Él. Tu comprensión del amor de Dios hacia ti te ayuda a recibir Su gracia por la fe.
c) Cuando estés convencido de que Dios te ama, te será más fácil creer. Porque en ese momento estarás creyendo a Dios y a lo que Él quiere hacer en tu vida, porque Él te ama y no porque seas perfecto.
d) Cuando estés convencido de que Dios te ama, que Él quiere bendecirte por gracia, por Su amor eterno hacia ti, creerás a Dios con tu confianza puesta en Él y no en ti. De esta manera sabes que no tienes que ser perfecto para recibir las promesas de Dios. Sólo tienes que creer que Él quiere bendecirte; ¡no porque seas muy bueno, sino porque Él lo es!
e) Cuando estés convencido de que Dios te ama, tu fe está verdaderamente energizada. Tu fe encuentra su fuerza en saber que Dios te ama. Cuando tu fe esté arraigada en el amor de Dios hacia ti, será poderosa, porque no dependerá de ti. Ésta dependerá de Dios y de Su incansable dedicación a ti ya los planes que El hizo desde antes de la fundación del mundo.
Declaración de Fe: Padre, este es un año de Gran Victoria para mí. Puedo decir esto sin reservas, porque sé que me amas. Es la revelación de Tu amor hacia mí lo que alimenta mi fe y mata mis dudas. Sé que estás dedicado a mí. Sé que nunca me darás la espalda. Sé que estás comprometido a terminar lo que empezaste en mi vida. ¡Sé esto, porque sé que TÚ ME AMAS! Saber que me amas me ayuda a liberar el estrés, a liberar la presión para actuar, y para abrazar lo mejor de Ti.